Menuda
responsabilidad. Lamar me ha
dado un premio y no sé muy bien por qué. La verdad es que no soy yo muy aficionada a esto de los galardones blogueriles, pero a todos los que seguimos algún blog nos gusta saber algo más del bloguero que se esconde detrás y en estos premios es donde podemos abrirnos en canal. Así que recojo el guante:
1. Una
antigua certeza que ahora no lo es. - “Lo normal”. Lo normal hace mucho que
dejó de ser lo normal para mí. Hay que disfrutar intensamente de las pequeñas
cosas, y te pongo un ejemplo: hay que descartar esos saludos sosos y casi
mecánicos con los amigos. ¡No hay nada como un abrazo apretao y un beso biendao!
2. Un deseo
que todavía ves alcanzable. - Llegar a vieja. Y
llegar a fin de mes en números negros.
3. Una
persona para perderte en una isla. - Mi
Mangüé. Un compañero de la universidad con quien no tenía excesiva relación por
aquel entonces, que acabó siendo mi compañero de trabajo y posteriormente mi jefe
y mi mejor amigo. Con él he tenido (y sigo teniendo) las mejores conversaciones, que pueden durar
hoooooras y horas aderezadas de miradas cómplices, abrazos apretaos, bailes
imposibles y risas, muchas risas. Y es el mejor recogiendo mis lágrimas. Pero
que nadie se lleve a engaño: la perpetuidad de la especie no estaría
garantizada en ningún caso.
4. El recuerdo
más antiguo. – Cuando tenía dos años mis padres me llevaron de crucero con mis
hermanos y unos amigos. Al ser la pasajera más pequeña de todo el barco, me
dejaron romper un gigantesco huevo de chocolate en la cena de gala dándole
golpes con un martillo también de chocolate que me dejaron comerme. El huevo
contenía un regalo: una cesta de mimbre que mi madre conservó y ahora uso en
casa como fuente para el pan.
5. Sinónimo
de ternura. – Contemplar a mis príncipes, que se pasan el día peleando, durmiendo
a mi lado. Y ver sonreir a Leo, Lucas, Guzmán, Noa y otros tantos niños que están luchando o ya han superado una leucemia
u otra enfermedad hematológica.
6. Un nombre
y qué significa para ti. – Uniteta Doscojonis, por motivos evidentes. Y quien
no la conozca, ¡a googlear!
7. Si
volvieras a nacer, tres cosas que repetirías. – mis príncipes, mis príncipes y
mis príncipes.
8. Si
volvieras a nacer, qué tres cosas cambiarías. – el sistema actual de donación
de médula ósea y cordón umbilical; el sistema actual de donación de médula ósea
y cordón umbilical; y el sistema actual de donación de médula ósea y cordón
umbilical.
9. Una gran
decepción. – que te falle una persona a quien quieres. Buffff
10. ¿Qué
errores repites una y otra vez? – perder la paciencia con los príncipes. Y
decir “he sacado por la impresora” porque nunca sé si debo decir “he imprimido”
o “he impreso”.
11. ¿Sobre
qué escribirías un libro? – sobre mi experiencia con el cáncer, con la
intención de ayudar a otras que lamentablemente pisarán mis pasos. ¿Puedo
enlazar esta pregunta con la nº 2?
Ahora me
toca lanzar mis once preguntas. Aquí van:
1. ¿Tienes
algún mote o diminutivo cariñoso por parte de tu familia o amigos?
2. Algún
objeto de tu infancia que recuerdes con especial cariño. ¿Lo conservas?
3. ¿Hay
alguien además de tu pareja/hijos a quien puedas decirle te quiero? ¿Se lo has
dicho?
4. La última
vez que reíste a carcajadas
5. Algo
inesperado en tu vida
6. Un
destino pendiente
7. Un proyecto
pendiente
8. Un
comercio donde te encontraríamos si te tocara la lotería
9. Tu
palabra favorita, existente o inventada.
10. ¿Te
apañas con las tijeras y el pegamento? ¿Y con la aguja?
11. Tres
webs (blogs o no) que recomendarías y que no estén en tu blogroll.
Y los blogueros
a quienes lanzo el guante:
Alba, de Siempre hay una mano
Eva, de Sobrevivir
Mei, de Teta Rota
Paula, de I love bugs
Mila, de What 40 brought to my life
Rebeca, de Life in pink
Paula, de Tres pompones
Se lo pasaría a muchos más, y siguiendo
las instrucciones deberían ser once, pero algunos ya han sido premiados y otros
creo que no recogerían el guante, así que sentíos libres de contestar,
blogueros o no, en los comentarios. Y no miro a nadie…
Jajajaja! Recojo el guante, recojo ;^) Y me hace muuucha ilusión!! Mil gracias, guapa!
ResponderEliminarY se dice "imprimido", dilo sin complejos (fue duda existencial durante mucho tiempo hasta empezar la carrera de traducción!)
Un beso enorme!!
jajajaja gracias por la aclaración. Ahora a ver si me acostumbro a dejar de "sacar cosas por la impresora"
ResponderEliminarGracias por recoger el guante, gracias por tus sinceras respuestas, y gracias por tu blog, algún día te explicaré largo y tendido por qué te mereces el premio, pero te aseguro que te lo mereces. En cuanto al punto número 10, cuenta conmigo como tu lectora más entusiasta (bueno, vale, tu madre un poco más). Besotes
ResponderEliminarAh, que se me olvidaba. No sé si conoces el Panhispánico de dudas (de la RAE), a mí me resuelve muchas dudas. Te copio la respuesta a la tuya (es muy largo, aviso, perdóname):
ResponderEliminarImprimir. Tiene dos participios: el regular imprimido y el irregular impreso. Aunque existe hoy una clara tendencia, más acusada en América que en España, a preferir el uso de la forma irregular impreso, ambos participios pueden utilizarse indistintamente en la formación de los tiempos compuestos y de la pasiva perifrástica: «Habían impreso en su lugar billetes de a cien» (GaMárquez Amor [Col. 1985]); «La obra [...] circulaba dos años después de haber sido impresa en una ciudad protestante» (Trabulse Orígenes [Méx. 1994]); «En total se han imprimido 35 000 carteles» (Mundo [Esp.] 11.11.96); «Esta obra ha sido imprimida por La Torre de Papel» (Prensa [Nic.] 21.10.97). En función adjetiva se prefiere en todo el ámbito hispánico la forma irregular impreso: «Contempló una vez más la imagen impresa en la tarjeta postal» (Martini Fantasma [Arg. 1986]).
jajajaja gracias! Mira si lo conozco y lo uso, que esta misma tarde lee Príncipemayor la placa del ascensor: "4 pax 300 Kg. R.A.E. 852" y me dice :"¿mamá, por qué en el ascensor hay una placa de la academia ésa que dices que hace los diccionarios y dice cómo hay que hablar?"
EliminarGracias, guapa.