Lo mismo me paso dos semanas sin tocar los abalorios, que me da la vena creativa y en un ratico me apaño varios modelos. Estos me parecen muy veraniegos. Será que ya estoy pensando en que dentro de tres días podré por fin desayunar a diario mirando al mar...
Y esto lo he preparado para unos grandísimos amigos. Porque les quiero mucho y tengo mucho que agradecerles. Un detallito para papá, para mamá y para su princesa:
Huele a arena y sol, a chapuzones y castillos de arena, a risas y cenas al aire libre...
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