Ya sé que lo mío con las manualidades roza la obsesión, pero creo que en toda casa con niños debería haber una caja con materiales para que puedan pasar un rato divertido, a la vez que desarrollan su imaginación y capacidades. Si además les acompañáis y trabajáis con ellos, disfrutarán el doble. Y si como colofón exponéis sus creaciones en algún sitio de la casa donde todos puedan admirar su trabajo, habréis llegado a la categoría de "mi mamá mola".
Esto es lo que tengo yo en casa ahora mismo (y en la foto falta el cajón de las pinturas):
pero desde luego no es necesario tanto. Os doy una idea de lo que yo considero básico imprescindible para poder pasar un rato divertido haciendo algo juntos un día cualquiera:
- Un bloc de papeles variados (cartulinas, charol, seda, adhesivo de colores)
- Tijeras
- Ceras, lápices, rotuladores.
- Témperas y pinceles.
- Cola blanca y cinta de doble cara.
- Goma eva (es muy fácil de recortar y tiene mil posibilidades)
Y tan importante como lo que hay que tener es LO QUE NO HAY QUE TENER. Nunca, nunca metáis en esa caja REPARO. No tengáis reparo en abrir cajones y armarios de cualquier estancia de la casa. Encontraréis mil materiales susceptibles de ser utilizados para una manualidad: macarrones para un collar en la cocina, pinzas de la ropa, muñequitos y baratijas varias de las fiestas del año pasado que tras diez minutos de juego acabaron olvidados en aquel cajón, una esponja del baño, el cartón del papel higiénico, una caja de zapatos del armario, las pajitas y vasos de plástico que sobraron de la última fiesta de cumpleaños... todo vale.
Y tan importante como lo que hay que tener es LO QUE NO HAY QUE TENER. Nunca, nunca metáis en esa caja REPARO. No tengáis reparo en abrir cajones y armarios de cualquier estancia de la casa. Encontraréis mil materiales susceptibles de ser utilizados para una manualidad: macarrones para un collar en la cocina, pinzas de la ropa, muñequitos y baratijas varias de las fiestas del año pasado que tras diez minutos de juego acabaron olvidados en aquel cajón, una esponja del baño, el cartón del papel higiénico, una caja de zapatos del armario, las pajitas y vasos de plástico que sobraron de la última fiesta de cumpleaños... todo vale.
Y otras cosas que no son necesarias pero dan mucho juego y ni siquiera hace falta que compres. Si te fijas verás que en el día a día desechamos muchas cosas que son ideales para las manualidades.
- Cordón craft, cintas, cordoneras viejas
- Restos de mercería: un trozo de elástico, botones de aquella camisa que "murió" el año pasado...
- papel de regalo con dibujos chulos (Se plancha con un paño fino encima y queda casi como nuevo).
- los abalorios de ese collar que se te rompió el verano pasado
- el corcho que protegía la última compra de electrónica
- el cartón que separa los bricks de leche en el pack de seis
- ...
Imagino que así es como empieza el síndrme de Diógenes, ¿no?
Y tú, ¿tienes una caja con material para manualidades?
La tengo... y también un Diógenes avanzado.
ResponderEliminarYo tengo la maletita que ya conoces.. Está llena!!
ResponderEliminarjajajajaja yo creo que sí, que así empieza el síndrome de Diógenes... ¡y no hay vuelta atrás! ¡así está mi casa!
ResponderEliminarjajjaaa Blanca yo con lo de reciclar cosas por si acaso, los washi tapes, los papeles, las pegatinas, etc como l aotra Paula un diógenes en fase bastante preocupante ;-)
ResponderEliminarSiempre he tenido una caja parecida, llena de cosas y cosas, desde pequeña. Ahora en mi casa sigo teniéndola, aunque algo más ordenada, jejejejjeje Pero sigo siendo una "basurillas": al final, a todo le encuentro algún uso. :)
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