Hoy es 4 de febrero, Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer. Es la segunda vez que vivo este día como afectada y, aunque sigo ganando metas volantes, aún falta mucho para que pueda darme por vencedora de esta carrera. Si bien hace unos meses pude celebrar que ya no había rastro de mi enemigo, sigo en tratamiento y en septiembre próximo me tocará volver a examinarme y comprobar si efectivamente, mis tropas siguen cumpliendo objetivos.
Desde mi experiencia como enferma
de cáncer he aprendido innumerables cosas. Cosas que antes de mi diagnóstico no
podía ni imaginar. Somos unos auténticos ignorantes de esta enfermedad y
tenemos muchos prejuicios. Así que creo que ahora estoy en condiciones de
pediros que me ayudéis a desmontar estos mitos y a desestigmatizar el cáncer. Porque
un estigma es una marca de por vida, es marcar con hierro candente. Y en
nuestro lenguaje y sociedad, “cáncer” sigue siendo un estigma que los enfermos no
merecemos. Porque soy normal y cáncer es lucha, no muerte.
Dentro de un ratito llevaré a los niños al cole, charlaré con otras madres, mis amigas, que han vivido el proceso conmigo. Y ninguna me mirará con cara de pena. Sigo siendo yo, la mamadé. Porque cáncer es lucha, no muerte.
Dentro de un ratito llevaré a los niños al cole, charlaré con otras madres, mis amigas, que han vivido el proceso conmigo. Y ninguna me mirará con cara de pena. Sigo siendo yo, la mamadé. Porque cáncer es lucha, no muerte.
Cuando deje a los príncipes me
iré a la clínica a recoger los resultados de mi última analítica para
presentarle el recuento de tropas al druida y que me recete la quimio para
mañana. Coincidiré con otros pacientes y les saludaré con una sonrisa.
Hablaremos de lo mal que va el país, de lo bien que hemos pasado el fin de
semana… porque somos normales. Cáncer es lucha, no muerte.
Cuando acabe mis gestiones
médicas recogeré a los príncipes en su extraescolar, y coincidiré con otros
padres a los que no conozco mucho pero que veo con asiduidad. Y ellos ni
siquiera saben que estoy peleando contra el cáncer. Porque soy normal. Cáncer
es lucha, no muerte.
Y cuando llegue la noche, llegará
la hora de los baños, cenas y cuento de los príncipes. Y seguirán peleándose y
a mí seguirán doliéndome los riñones. Porque soy una mamá normal. Cáncer es
lucha, no muerte.
Por supuesto ahora tengo mis “peculiaridades”. Adquisiciones
y pérdidas que ya son parte de mí. Eso es innegable y sería ridículo no
reconocerlo. “Yo soy yo y mis circunstancias”. Siempre ha sido así y ahora aún
más, pero tener o haber tenido cáncer no debe ser en ningún caso excusa ni
razón para colocarnos una etiqueta negra. Por favor, dejemos de utilizar el
término “cáncer” como sinónimo de “muerte”.
Quizá hasta hoy no habías conocido la cuarta acepción que la Real Academia de la Lengua otorga al término “cáncer”.
Quizá hasta hoy no habías conocido la cuarta acepción que la Real Academia de la Lengua otorga al término “cáncer”.
cáncer.
(Del lat. cancer).
1.
adj. Dicho de una persona: Nacida bajo el
signo zodiacal de Cáncer. Yo soy cáncer, ella es
piscis. U. t. c. s.
2.
m. Med. Enfermedad neoplásica con
transformación de las células, que proliferan de manera anormal e incontrolada.
4. m. Proliferación en el seno de un grupo social de
situaciones o hechos destructivos. La droga es el
cáncer de nuestra sociedad.
Porque cáncer es lucha, no muerte,
me ofende mucho que se utilice mi enfermedad como ejemplo ilustrativo de lo
peor de lo peor. ¿Me ayudas a eliminar esa acepción del diccionario?
Hace mucho que no te dejaba un comentario, aunque te leo siempre, ya lo sabes.
ResponderEliminarTu eres el vivo ejemplo (y es así como aprendemos mejor, con los ejemplos) de que el cáncer es lucha y no muerte.
Sabes que nunca me cansaré de darte las gracias por todo lo que me estás enseñando.
Un besazo
Gracias a luchadoras como tu se le está quitando la mala fama al cáncer, por que hay cosas peores, y aunque esta enfermedad te cambia la vida no acaba con ella. No eres normal, eres mucho mejor que eso!! Un beso! Mei
ResponderEliminarMe encanta este post. Mi mejor amiga está luchando ahora también, sin perder la sonrisa, haciendo ganchillo, colgando fotos graciosas en Facebook, hablando por los codos (como siempre) y con los mismos proyectos que hace tiempo que barajamos y con los que soñamos despiertas... Porque es ella, la misma que hace dos años no estaba diagnosticada.
ResponderEliminarLas etiquetas me dan mucha rabia, pero en este caso más todavía. Una enfermedad no te anula como persona, ni te define. Es tu circunstancia, sí, pero tú sigues siendo tú y eso no hay que olvidarlo nunca.
me ha encantado tu post..tengo 28 años y acabo de empezar la batalla..bueno todavia ni eso..estoy a la espera de la operacion el dia 11..pero ejemplos como el tuyo.son.los q m dan fuerza y animo para luchar!!
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